viernes, 11 de julio de 2014

El tipo y el flaco

El  tipo lo vio que venía por la vereda de enfrente.
Era el flaco. Y se cruzó a saludarlo.
El tipo y el flaco se estrecharon las manos.
-        ¿Qué hacés flaco por el barrio, tanto tiempo?
-          Vine a ver un cliente.
-           Sí, justo el otro día estuve con el colorado hablando de vos.
-          Sí, el colorado, es cliente mío.
-            Me contó de tu laburo nuevo. No lo podía creer.
-          ¿Por qué, es laburo?
-            Bueno, pero no me vas a negar que es raro, ¿Cómo se te ocurrió?
-             La cosa venía mal. Los últimos dos negocios no funcionaron. Entonces me puse a estudiar esto de la oferta y la demanda. Si tenés un producto que la gente necesita, y sabés ponerlo en el mercado, tiene que funcionar. Pero se tienen que dar las dos cosas. Que se necesite y vos lo puedas producir.
-          ¿Así de fácil?
-           No creas. Al principio costó. Lo que vendo necesita confiabilidad. Así que utilicé el boca a boca. No daba para publicitarlo por internet. Ahora tengo una clientela fija. Eso sí, le pongo el alma al laburo, si no se pudre todo.
-         ¿Y cobrás bien?
-           Cincuenta mango la unidad. Buen precio. Y si no le satisface al cliente devuelvo la guita. A la provincia le agrego viáticos. Pero como no tengo gastos de producción me queda todo limpito.
-           Las minas que te debés levantar con tu laburo, flaco.
-           No, no, no mezclo laburo con levante. Arruinaría  el negocio y volvería a quebrar como en los anteriores.
-           ¿Pero en serio tenés tanto laburo?
-         Y sí, fijate, en la plaza hay faltante y yo tengo de sobra. Cierra. Bueno pibe, te dejo, se me hace tarde y la puntualidad en esto es importante.
-       Esperá flaco –dijo el tipo sacando la billetera- ¿no me  … venderías uno?
-       Guardá eso pibe. Por los recuerdos de la infancia va sin cargo. Después si te hacés cliente te hago precio como al colorado. Con una o dos unidades al mes vas a  andar bien.
-        ¿Pero acá en la calle, y yo que hago?
-            En cualquier lugar se puede recibir el producto. Vos si querés cerrá los ojos. Solo relajate.

Y el flaco, acercándose al tipo le dio un sentido, sostenido y afectuoso abrazo.  

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