domingo, 18 de septiembre de 2016

Títere


El sol me daba en plena cara. Y el río estaba ahí adelante. El pasto me salvaba de tanto cemento semanal.
- Miren mi títere, miren mi títere- escuché a mis espaldas.
El chico gritaba moviendo sus brazos y sus piernas. - Miren mi títere- repetía. Sus  padres estaban sumergidos en los celulares. De pronto el chico se dirigió a mí:- Mire mi títere - y seguía bailoteando. Levanté los hombros. No entendía.- Mire mi títere- y señaló el piso del sendero donde iba caminando . Y ahí lo vi. Un títere que agitaba los brazos y repetía los movimientos del titiritero. Era su sombra.